Hay dos aspectos que siempre me han fascinado de Batman. El primero es su increíble capacidad como investigador, el mejor detective del mundo, una habilidad que lo distingue de otros superhéroes. El segundo, que la ciudad de Gotham es un extraño escenario que mezcla los paisajes urbanos más modernos con elementos de art decó, de la revolución industrial y que esconde en la niebla nocturna rincones oscuros que nada tienen que envidiar al Londres de finales del Siglo XIX. De ahí que una de mis historias preferidas de Batman mezcle estos elementos y lleven al cruzado enmascarado a investigar uno de los misterios criminales más interesantes de la historia, todavía sin resolver: los asesinatos de Jack El Destripador. La guinda del pastel es que Batman: Gotham a Luz de Gas la dibuja nada más y nada menos que el creador de Hellboy, Mike Mignola.
Este cómic no solo fusiona la oscuridad y el misterio de Gotham con una de las épocas más turbulentas y criminales de la historia, sino que también introduce uno de los enigmas más célebres de la criminología: los asesinatos de Jack el Destripador. Esta fascinante historia está escrita por Brian Augustyn, uno de los guionistas más valorados del género superheroico en los años 90, en una combinación perfecta con Mignola que resulta en una obra inolvidable de la historia del cómic de Batman.
El resultado de sus talentos combinados es una novela gráfica gótica e inquietante resulta ser el complemento perfecto para una trama tan oscura. Mignola dota a Gotham de una atmósfera única. Su uso de sombras, líneas marcadas y la sensación de claustrofobia en las viñetas hace que la ciudad de Gotham cobre vida de una manera que pocos artistas han logrado. La forma en que Mignola dibuja las figuras de los personajes, especialmente a Batman, traslada al lector a una historia con un pie en el terreno del terror clásico, pero con una modernidad subyacente que encaja perfectamente con la ambientación.
Un Batman en la era victoriana
Gotham a luz de gas se desarrolla en un universo alternativo, en 1889, donde Gotham City no solo está plagada de criminales, sino que también vive bajo la influencia de una sociedad victoriana en la que la tecnología empieza a combinarse con los primeros vestigios de la modernidad. En esta historia Bruce Wayne regresa a su ciudad natal después de haber viajado por Europa, para encontrar una ciudad que sigue siendo un hervidero de delincuencia, cristalizada en un momento de decadencia social.
El asesinato de una mujer envenenada y una serie de crímenes similares buscan ser un reflejo de los atroces asesinatos ocurridos en Whitechapel en 1888. Pero la historia no se queda ahí. Mientras Batman intenta resolver el misterio, los crímenes comienzan a incriminarlo a él mismo, y la atmósfera se vuelve cada vez más densa. Para poder demostrar su inocencia, se ve obligado a escapar de la prisión en la que es encerrado injustamente. Lo intrigante de esta historia es cómo entrelaza un hecho histórico real con la mitología de Batman, creando una experiencia única para los fans de Batman.
Una Bat-Lectura obligatoria
Lo primero que salta a la vista de Gotham a luz de gas es su innovación narrativa. El cómic ofrece una propuesta refrescante al situar a Batman en el Londres victoriano, algo muy inusual en la tradición del personaje. Si bien ya habíamos visto a Batman viajar por el tiempo en historias medievales o con hombres de las cavernas durante la época clásica de sus cómics, esta es la primera vez que el personaje crece y se desarrolla en un contexto histórico alternativo. La Gotham de esta historia es una versión del pasado, atrapada entre chimeneas humeantes y los últimos grandes barcos de vela del comercio transoceánico.
Esta reinterpretación histórica se convierte en un telón de fondo para un misterio que no solo involucra al Caballero Oscuro, sino también a la sociedad de la época, sumida en una tensión entre el progreso y la oscuridad. En lugar de depender únicamente de los arquetipos habituales del cómic de Batman, Gotham a luz de gas emplea una estructura que involucra temas de justicia, culpabilidad y la lucha por la inocencia del mundo real, donde las líneas entre lo bueno y lo malo se desdibujan constantemente.
El impacto y el legado de Gotham a luz de gas no pueden subestimarse. Esta obra fue una de las primeras en explorar el concepto de Elseworlds, abriendo de par en par las puertas de los universos alternativos para DC Comics, lo que permitió que sus principales personajes fueran interpretados en contextos completamente distintos a los tradicionales sin verse lastrados por su propia continuidad. El status de historia legendaria dentro de la mitología de Batman de esta novela gráfica hizo que recibiera una versión animada dirigida por Sam Liu y estrenada en 2018, que readapta este escenario narrativo, aunque tomándose algunas libertades creativas.
Batman: Gotham by Gaslight
En cuanto a la secuela recién editada, The Kryptonian Age(todavía inédita en España) se expande de forma sorprendente este escenario, introduciendo nuevos elementos que amplían la mitología de la obra original. Ahora, la ciudad victoriana no solo se enfrenta a un crimen sin resolver, sino también a amenazas extraterrestres, lo que marca un giro interesante y mantiene viva la esencia de la historia original. La nueva trama arrima su armamento a la Guerra de los Mundos de H. G. Wells y sirve para introducir a otros importantes personajes de DC en este universo, como Superman o Wonder Woman. La secuela ha sido bien recibida por los fans, que valoran cómo se mantiene el tono oscuro y la atmósfera original, mientras se añaden nuevas capas de complejidad a la narrativa.sin duda, se trata de una de las lecturas más originales, y recomendables, del Cruzado enmascarado.
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La noticia
Una de mis historias preferidas de Batman, lo lleva a Londres en 1888 a investigar un misterio real sin resolver
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Chema Mansilla
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