Famosas son sus propuestas de acabar con el teletrabajo, exigir un alto nivel de dedicación, y ponerse él mismo en el centro de la diana al afirmar que trabaja día y noche de lunes a domingo. Pero aunque ya nos hayamos acostumbrado a las hipérboles sobre la jornada laboral de Elon Musk, era difícil ver venir una de sus últimas perlas: afirmar abiertamente que sus empleados de DOGE trabajan 120 horas semanales y que eso les hace mejores que el resto.
El mensaje de Elon Musk, publicado en Twitter hace ya varias semanas, rezaba lo siguiente: «DOGE trabaja 120 horas semanales. Nuestros oponentes burocráticos trabajan, con optimismo, 40 horas semanales. Por eso están perdiendo tan rápido». Que a la conversación sumase el hecho de que sería muy duro, y que además lo harían gratis, sólo sirvió de avivar aún más un debate sobre la productividad en el que, en realidad, hace mucho que está todo dicho.
La jornada laboral según Elon Musk
Frente a las críticas sobre hasta qué punto una semana laboral de 120 horas es una auténtica chaladura, tengamos en cuenta que hablamos de una media de más de 17 horas diarias, más del doble de las 8 horas que entendemos como estándar en gran parte del mundo, buena parte de los defensores de Elon Musk salieron al paso para leer entre líneas. Según ellos, el multimillonario detrás de Tesla y SpaceX hablaba de forma hiperbólica. No lo hacía.
La clave está en que no es la primera vez que las 120 horas de trabajo semanal se ponen sobre la mesa por boca del propio Musk. Vendido al público como uno de esos genios multimillonarios que se ha hecho a sí mismo, nunca duda en sacar pecho de lo mucho que trabaja, con jornadas maratonianas en las que no descansa los fines de semana y apenas duerme seis horas al día.
La idea de las 120 horas viene, de hecho, de cuando aseguraba al The Wall Street Journal que, durante la producción del Tesla Model 3, su vida giraba sólo en torno a ello y que incluso dormía en su despacho de la sede cuando el cuerpo no daba para más y no quería perder tiempo en ir y venir de casa. Una idea que recientemente ha vuelto a compartir con los empleados de DOGE para ser lo más eficientes y productivos posibles.
Pero de todas las polémicas que rodean a Elon Musk y su trabajo al frente de DOGE, la de su obsesión con modificar la jornada laboral y aumentar la productividad es, precisamente, la que más estudios tiene detrás. Años de investigación en los que se ha encontrado el punto exacto en el que aumentar la eficiencia mientras se reduce el cansancio para, a la larga, convertirnos en auténticas máquinas de productividad. Para sorpresa de nadie, las 120 horas semanales ni se acercan a lo establecido por esos análisis.
La productividad de trabajar 120 horas semanales
Tendemos a pensar que más horas de jornada laboral equivalen a más trabajo, y que si sigues añadiendo tiempo la productividad siempre irá hacia arriba en consonancia. Lo que nos dicen los estudios, en contraposición a lo que defiende Elon Musk, es que hay un punto dulce en el que mantener la eficiencia máxima del trabajador sin afectar a su estrés y su cansancio mientras se mantienen resultados similares.
No son estudios que vengan de ahora aprovechando discursos como el de la reducción de jornada o la semana laboral de 4 días, ojo, hablamos de trabajos que se remontan a analizar resultados reales que datan desde 1929, cuando la jornada media se alargaba hasta las 49 horas. En su investigación sobre La Productividad de las Horas de Trabajo, John Pencavel recogía que, a partir de las 50 horas, la productividad se reducía de forma drástica.
La idea del rendimiento decreciente ha ido aumentando con el paso de los años y análisis posteriores y, aunque es difícil establecer una máxima que afecte a todos por igual en un escenario con tantos trabajos distintos, la idea general que se ha arrojado es que no somos capaces de ser altamente productivos cuando sobrepasamos alrededor de las 5 horas diarias. 4,6 horas, para ser más exactos.
En 2023, tras analizar cómo había funcionado la prueba de la semana de 4 días en Valencia, al realizar la comparativa sobre productividad se constató que, aunque trabajamos una media de 40 horas semanales, sólo 33 horas resultan realmente eficientes, y que el resto del tiempo lo pasamos procrastinando, capeando el cansancio, o incluso haciendo ver que trabajamos. Queda claro que, para la forzada jornada laboral de 120 horas que defiende Elon Musk, debería establecerse una gran diferencia entre pasar 120 horas en la oficina, y pasar trabajando al máximo todo ese tiempo.
Imagen | Araniarts
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Elon Musk tiene su propia propuesta para reformar la jornada laboral y ya la está probando: trabajar 120 horas por semana
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3DJuegos
por
Rubén Márquez
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