Aunque la arquitectura x86 sigue siendo el estándar, el aumento de las ventas de los PC con Arm ha puesto a compañías como Intel y AMD en una posición delicada. Así, la irrupción de Qualcomm en el mercado con sus chips Snapdragon ha despertado el interés de los usuarios, pero muchos expertos hacen hincapié en que no han conseguido alcanzar el rendimiento prometido. Y, por desgracia para los intereses de Qualcomm, una parte importante de esta creencia se debe a la falta de compatibilidad con algunos juegos, ya que dicha ausencia obliga a utilizar capas de emulación que cuentan con resultados mixtos.
Como indica PC Gamer, herramientas como Prism permiten que Windows 11 funcionen en Snapdragon y esto, en esencia, da pie a la posibilidad de ejecutar aplicaciones x86. Sin embargo, existe una ligera penalización en el rendimiento, ya que se trata de una herramienta de simulación y no de una opción compatible. De hecho, la misma noticia cita que, a pesar de que el Core i9-13900H y el Snapdragon X Elite cuentan con un rendimiento similar en algunos juegos, la CPU de Intel sigue liderando tanto en estabilidad como en compatibilidad.
Limitaciones de la GPU integrada
Según informa la misma noticia, títulos como Horizon Zero Dawn o Hitman 3 lograron correr en Snapdragon con ajustes gráficos bajos. Por desgracia, otros títulos más exigentes como Black Myth: Wukong ni siquiera llegaron a ejecutarse, un aspecto que revela lo complejo que es utilizar los sistemas con Arm para jugar. Además, aunque la Adreno de Snapdragon puede alcanzar 3,8 TFLOPS, sigue siendo inferior a las iGPU de AMD como la Radeon 890M, una opción que supera en rendimiento a Qualcomm y la Intel Arc de Lunar Lake.
De esta forma, los interesados en un PC Gaming aún no tienen mucho que hacer con una unidad que utilice procesadores de Qualcomm, ya que no existen controladores ARM-nativos para tarjetas gráficas de NVIDIA o AMD. Por ende, limita la expansión de ARM en el gaming de alto rendimiento. Además, tampoco existe una versión nativa del cliente de Steam y, por ende, la mayoría de juegos corren a través de emulación y aumenta el riesgo de errores o caídas de rendimiento. Por ese motivo, aunque el futuro del gaming en Arm es prometedor, la adopción masiva dependerá de que empresas como NVIDIA o AMD desarrollen procesadores y drivers optimizados para esta configuración.
Imagen principal de Orva Studio (Unsplash)
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La noticia
Después de ocho meses, una prueba demuestra que los PC Gaming con Arm no están a la altura de las expectativas
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3DJuegos
por
Abelardo González
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