Phil Fish, creador de FEZ, ha pasado a la historia como uno de los desarrolladores que han revolucionado el panorama indie. Sin embargo, y a diferencia de profesionales como Eric Barone (Stardew Valley), Toby Fox (Undertale) o LocalThunk (Balatro), cuyo trabajo y comportamiento en la red se han ganado el corazón de miles de aficionados a los videojuegos, Fish es recordado como un creativo realmente odiado por la comunidad de jugadores. Porque, si bien es cierto que su obra de rompecabezas y perspectivas recibió buenas críticas por parte de público y prensa, sus comentarios iniciaron más de una polémica en redes sociales.
FEZ, como muchos otros indies, nació debido a la necesidad por parte de Fish de desarrollar algo original que se alejara de las frías estrategias de producción empleadas en las grandes compañías del sector. De hecho, este pensamiento surgió tras trabajar en Ubisoft; etapa que, según sus declaraciones en una entrevista concedida a Kotaku en 2009, definió como «la peor experiencia de mi vida«. «La manera en la que esa gente hace juegos, es tan horrible», recordaba en la charla. «Cientos de personas en tu equipo, no conoces sus nombres. Es tan grande e impersonal«. Si bien es cierto que algunos profesionales logran prosperar en este entorno de trabajo, «en mi caso, hizo que quisiera abandonar los videojuegos. […] Fue un periodo extremadamente oscuro de mi vida. Años y años pensando que este era mi sueño, sólo para darme cuenta de que estaba en una fábrica de explotación«.
«Fue un periodo extremadamente oscuro de mi vida. Años y años pensando que este era mi sueño, sólo para darme cuenta de que estaba en una fábrica de explotación» (Phil Fish).
Todo esto provocó que Fish buscara una vía de escape; una oportunidad para trabajar en un proyecto más pequeño y personal que se alejara de las producciones de Ubisoft. Y es aquí donde entra fugazmente Shawn McGrath, programador que pedía la ayuda de un artista para desarrollar una experiencia de puzles en un mundo 3D que se viera en 2D y cuyas perspectivas se pudieran cambiar. Fish colaboró como artista en el proyecto, pero las diferencias creativas entre ambos profesionales provocaron una separación irreversible y el abandono del proyecto. El resultado de tal experiencia fue un mayor nivel de estrés para Fish; de hecho, la presión fue tan grande que el creativo perdió los estribos en las oficinas de Ubisoft y fue despedido por ello.
No obstante, su fama en el sector indie estaba a punto de despegar. Tras encontrar trabajo en el estudio Artificial Mind & Movement, Fish recuperó la idea explorada inicialmente con McGrath y buscó a un nuevo programador para llevarla a cabo; momento en el que entra en escena Renaud Bédard. En 2007, los desarrolladores empezaron a promocionar su juego en las redes, captando así la atención de muchas personas por su jugabilidad y estilo artístico, y la popularidad pre-lanzamiento de este nuevo proyecto conocido como FEZ no paró de crecer en los años subsiguientes. El título, con su estreno definitivo en 2012, fue un gran éxito: en su primer día, vendió unas 20.000 unidades; al año y medio, esta cifra creció hasta el millón. Pero, a medida que la experiencia de rompecabezas incrementaba sus ventas, la popularidad de Fish en redes sociales evolucionaba de forma inversamente proporcional debido a la exhibición de un comportamiento online que muchos tacharon de grosero y egocéntrico. Lo que, visto en retrospectiva, ha provocado más de un debate sobre las consecuencias de la fama en la red.
De Indie Game: The Movie a la polémica opinión sobre los juegos de Japón
El mismo 2012, los jugadores pudieron conocer más en profundidad a algunos desarrolladores célebres gracias al estreno de Indie Game: The Movie; producción de BlinkWorks y Flutter Media que ahondaba en el sacrificio de hacer títulos independientes mostrando el día a día de Edmund McMillen y Tommy Refranes (Super Meat Boy), Jonathan Blow (Braid) y Phil Fish. Participar en este proyecto provocó que el artífice de FEZ, así como el resto de creativos mencionados, gozaran de una fama inusual en una industria que, en aquel momento, no se interesaba tanto en conocer la experiencia de los diseñadores más pequeños. De hecho, Indie Game: The Movie mostró un lado muy personal de Fish con escenas en las que se le veía sufriendo crisis de ansiedad, declaraciones asegurando que se suicidaría si FEZ no salía al mercado y gestos de desdén hacia las opiniones de los críticos del sector.
«[Los juegos de Japón] apestan. Lo siento, pero tenéis que adaptaros a los tiempos» (Phil Fish).
En resumidas cuentas, Fish fue presentado como un creativo que se preocupaba de forma excesiva por su juego; un comportamiento que también se veía en el resto de participantes del documental. Sin embargo, este proyecto dio pie a su primera gran polémica: en la GDC de 2012, el padre de FEZ se reunió con otros responsables de Indie Game: The Movie para llevar a cabo una sesión Q&A centrada en el documental. Aquí, un desarrollador nipón preguntó a Fish sobre los videojuegos de Japón que le han inspirado a lo largo de su carrera. Y la respuesta fue tan sorprendente que no tardó en extenderse a lo largo y ancho de la red: «[Los juegos de Japón] apestan. Lo siento, pero tenéis que adaptaros a los tiempos. Hacer interfaces mejores, actualizar vuestra tecnología, os estamos pateando el culo. Antes, érais los reyes del mundo, pero el tiempo ha pasado. Lo siento mucho» (vía Mad Kangaroo en YouTube).
La comunidad no tardó en reaccionar negativamente a la contestación. Aunque muchos jugadores coincidían con Fish, Twitter y varios foros de videojuegos se llenaron de críticas hacia el desarrollador por las palabras que había escogido para expresar su opinión. Sumando la repercusión de dichas declaraciones en medios de comunicación, cientos de usuarios terminaron conociendo al creativo más por su polémica con los títulos japoneses que por ser el padre de FEZ. Y la problemática también salpicó al resto de desarrolladores de Indie Game: The Movie, pues éstos no dudaron en reírse con las palabras de Fish; formando así una idea o sensación de que existía una ‘élite’ egocéntrica entre profesionales independientes.
El artífice de FEZ se disculpó en numerosas ocasiones a lo largo de los años, pero su reputación ya había sufrido un daño irreversible. Curiosamente, el único desarrollador que salió bien parado en esta historia fue Makoto Goto; el joven japonés que recibió las palabras de Fish durante la Q&A de Indie Game: The Movie. Un año después, el profesional expresó a Kotaku que las polémicas declaraciones «realmente me dieron valor». «Fue grosero, claro, pero realmente quiero darle las gracias también a Phil Fish por lo que dijo», añadió. «Creo que su comentario animó a los creadores de juegos de Japón a trabajar más duro. […] Sé que a mí me ha animado a ello».
Comentarios incendiarios en Twitter
Mientras, el prestigio de Fish seguía en caída libre por sucesos que se alejaban de la polémica con el desarrollador japonés. Y es que su comportamiento en Twitter (ahora X) incluía la publicación de respuestas toscas hacia cualquier usuario que criticara su juego o sus palabras en la Q&A de Indie Game: The Movie. De hecho, la comunidad se escandalizó especialmente con un post que, contestando a otro jugador que recordaba su desliz al compartir su opinión sobre los videojuegos japoneses (con un tono algo arrogante, todo sea dicho), decía lo siguiente: «Acabo de ganar el gran premio del Independent Games Festival esta noche. Chúpame la p***a y atragántate con ella» (captura del tuit compartida por el usuario cookiemonster en GiantBomb).
«9 dólares por un juego como FEZ es un ROBO. Debería cobraros 90 dólares, jodidos desagradecidos» (Phil Fish).
En este sentido, Fish no dudaba en responder al fuego con más fuego y fue señalado nuevamente por una publicación que incidía en el precio que recibía FEZ con su lanzamiento en PC: «9 dólares por un juego como FEZ es un ROBO. Debería cobraros 90 dólares, jodidos desagradecidos» (vía Nerdy-But-Flirty); la comunidad, eso sí, no tardó en recordarle otro tuit antiguo en el que opinaba que los ordenadores sólo servían para hacer hojas de cálculo, no para jugar a videojuegos (el post original se ha eliminado, pero se ha enlazado en webs como Engadget).
La aversión de la comunidad ante Phil Fish era evidente. Pero la gota que colmó el vaso fue la polémica con el editor Marcus Beer, más conocido como Annoyed Gamer: en 2013, Microsoft anunció su decisión de permitir la autopublicación de videojuegos en Xbox One y la prensa se puso en contacto con desarrolladores como Fish y el ya mencionado Jonathan Blow para conocer su opinión al respecto. Sin embargo, ambos se negaron a contestar las preguntas de los periodistas y Beer acudió al programa Invisible Walls de GameTrailers para criticar públicamente a los dos desarrolladores.
Beer no fue precisamente suave con sus declaraciones y llegó a usar insultos como ‘gilipollas’ para referirse a los profesionales que rechazaron hablar con la prensa. Esta discusión se trasladó a Twitter y Fish, por su parte, contestó al editor con varios comentarios hirientes incluyendo «compara tu vida con la mía y después suicídate» (vía Game Sided). Nuevamente, la comunidad criticó al padre de FEZ de forma masiva (sin quitarle culpa al periodista que inició el incendio) y todo terminó en la repentina desaparición de su siguiente juego: «Fez 2 ha sido cancelado. He terminado. Cojo el dinero y corro. Esto es todo lo que puedo soportar. Esto no es resultado de una sola cosa, sino el final de una larga y sangrienta campaña. Vosotros ganáis» (vía The Verge). Vale la pena añadir que todo esto empeoró todavía más cuando el desarrollador apoyó públicamente a la periodista Anita Sarkeesian durante el GamerGate, dando lugar a un doxxeo de su información personal y un hackeo a Polytron, el estudio de FEZ (capturas compartidas por Pyryara en Reddit).
¿La cancelación sorpresa de FEZ 2 fue a causa de la discusión con Beer y el resto de usuarios de Twitter? Para nada; al menos, así lo aseguraba el mismo Fish en una entrevista concedida al podcast My Perfect Console el pasado 2023. Abordando la disyuntiva por primera vez de forma pública, el desarrollador explicó su decisión estaba más motivada por la falta de ganas de hacer una secuela, que sólo tenía artes conceptuales en aquel momento, que por la polémica en redes sociales. Aún así, esto no fue más que el último clavo en el ataúd de su reputación como diseñador indie.
Una retrospectiva hecha con lástima
Desde entonces, Fish ha reducido sus polémicas al mínimo de la forma más efectiva: eliminando todos los contenidos de sus redes sociales. Ciertamente, el desarrollador no terminó de abandonar la industria de los videojuegos y ha participado en proyectos tales como SuperHyperCube (2016, Kokoromi), pero jamás regresó a los entornos online en los que se movía la comunidad de jugadores. De hecho, los tuits y publicaciones mencionados a lo largo de este artículo ya no se pueden consultar en X; sólo sabemos de su existencia gracias a las capturas realizadas por otros usuarios y sus respectivas consecuencias en cuanto a críticas y polémicas.
Este prolongado silencio, así como el paso del tiempo, ha hecho que la comunidad reflexione sobre todo el periplo de Fish desde el primer anuncio de FEZ y hasta la cancelación de su secuela. Y, aunque hay usuarios que apoyan cada una de las declaraciones públicas del desarrollador, la gran mayoría coincide en lo mismo: Phil Fish simplemente era un creativo que no supo lidiar con la fama. Le era imposible contenerse ante las críticas (válidas o no) que recibía en redes sociales y se defendía con ataques que no hacían más que empeorar la situación. Y, visto en retrospectiva, muchos jugadores ahora piensan en el padre de FEZ con algo de lástima.
De hecho, el auge y caída de Fish ha dado pie a numerosos debates en la red sobre las críticas vertidas desde el anonimato, la huella digital que formamos con cada publicación, el vínculo entre obra y autor, o el señalamiento a una persona por el concepto que representa. Cada uno de estos temas da lugar a cientos de comentarios y perspectivas, indicando así que el viaje de Fish se ha visto como algo más que un desarrollador que perdía los estribos con facilidad.
A día de hoy, el padre de FEZ sigue alejado de las redes sociales y todo apunta a que no volverá a corto plazo. Y la secuela de su célebre título tampoco ha dado más señales de vida, siendo su cancelación una decisión definitiva. Quedará por ver si, a lo largo de los próximos años, se produce alguna novedad interesante sobre FEZ o el mismo Phil Fish. Lo que tenemos claro ahora mismo, sin embargo, es que este desarrollador ha pasado a la historia como una de las figuras más controvertidas de la industria de los videojuegos.
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La noticia
Qué fue de Phil Fish: El creador de Fez hizo un indie aclamado por millones, pero muchos lo recuerdan como uno de los desarrolladores más odiados
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por
Brenda Giacconi
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