Hubo un tiempo en el que lanzar un nuevo juego de fútbol era lo más normal del mundo. Casi cada compañía lo intentaba, y en la generación de PS2, era posible tener varios en tu estantería. La consolidación de la industria ha dejado poco espacio para nuevos retadores dentro de los simuladores deportivos, repartiendo las cartas entre EA y su FC, con la supervivencia de eFootball en forma de free to play. Las otras opciones son, o bien simuladores de gestión como Football Manager o cosas tan locas como Copa City.
Y es que lanzar un nuevo simulador futbolístico es como intentar abrir una nueva cadena de hamburguesas de comida rápida en un local al lado de un McDonalds y un Burger King: casi un suicidio. Pero eso no es lo que piensa la gente de XTEN Limited, quienes llevan años saltando al vacío desarrollando UFL, un título que no sólo busca asaltar el trono de EA FC, sino hacerlo dándole una lección.
UFL, que ha sido lanzado hace apenas unos días, tiene como lema «Fair to Play«. Esto es una promesa doble: por un lado se busca que la experiencia de juego no esté determinada por un metajuego estancado con unas tácticas a explotar sí o sí para ganar, así como rechazar de forma frontal el tema de los packs de sobres de EA FC o las «invocaciones» del sucesor de PES.
El equipo lo es todo
La idea, sobre el papel, es suculenta… Y lo cierto es que no está mal lo que se ve sobre el campo. Tenemos un ritmo más pausado, una exigencia mayor en el posicionamiento de los jugadores y un peso notable en el colectivo por encima de las individualidades. UFL, sin llegar a ser EA FC en manual, sí que te pide más en su forma básica a la hora de atinar disparos y, sobre todo, pases.
El esquema de controles es bastante similar a FC y eFootball, sin demasiadas novedades en el plano jugable. Apenas se alteran nimiedades como el botón para usar un segundo lanzador en las faltas, o se opta por una plantilla de dónde caerá el balón a la hora de lanzar córners. Tampoco tenemos alardes a la hora de hacer la táctica, que simplemente nos hará elegir un dibujo y retocar aspectos concretos como la anchura en defensa.
No podemos poner a cracks en el minuto cero por mucho que paguemos
La sobriedad de UFL se contagia hasta a los menús. Apenas tenemos el modo online que es un trasunto del Division Rivals de FC, otro offline para jugar con amigos y un Showdown que hace las veces de un FUT Champions. Tampoco hay muchas opciones en el mercado de fichajes, que nos permite comprar cualquier jugador en base a su precio de mercado, así como conseguir alguna cesión o jugadores libres bastante limitados en calidad.
El límite a la progresión inflada, incluso con dinero real, la pone la reputación. De un modo similar a cómo pasa en eFootball con los entrenadores, no podemos poner a los mejores jugadores del mundo en el minuto cero por mucho que paguemos. Debemos jugar partidos y mejorar este sistema para que tengan cabida dentro de nuestro once; casi como un límite salarial.
En UFL es posible pagar por skins para las «cartas», equipaciones o botas, pero también para conseguir la moneda con la que compras futbolistas. El sistema anterior es un palo en las ruedas del pay to win, aunque sólo si no has jugado decenas de partidos. Si tienes muchos encuentros jugados, será posible entonces sacar la chequera a pasear.
Una progresión lentísima
Este sistema tiene buenas intenciones, pero está lejos de ser perfecto. El principal factor es que la progresión es mucho más lenta de lo que estamos habituados. Todo se iguala por abajo, ya que apenas consigues un par de millones de créditos al día haciendo las misiones diarias, cuando los jugadores de 70 de media ya cuestan casi diez.
Por supuesto, como sucede en eFootball, tus jugadores suben de nivel simplemente jugando. Tu plantilla, que arranca alrededor del 58 de valoración, puede subir en apenas unos días, si eres constante, al 65. Esto implica mejoras en sus atributos notables, pero también la posibilidad de asignar puntos de habilidad en cuestiones concretas como el tiro con efecto, el robo de balones o la eficacia del remate de cabeza.
Es satisfactorio mejorar tu equipo desde cero, casi como sucedía con nuestra añorada Liga Master con Castolo, Espimas, Minanda y compañía, pero no deja de ser hijo de otro tiempo. La principal razón es que aquí siempre estarás jugando online, con un matchmaking que te empareja por rango. Yo mismo me he encontrado rivales con jugadores de 80 de media en plata 3, mientras mi mejor jugador seguía siendo el Longstaff de 73 que te regalan al principio. Mis defensas ni la olían, a pesar de que yo «jugaba mejor».
El esfuerzo que UFL pone sobre la simulación, es además algo que se ve perjudicado por la lenta progresión. Dado que los pases al hueco rara vez encuentran a su objetivo, que un balón en tu área es una lotería con muchos boletos de penalti y que los porteros apenas llegan a las esquinas de su arco, nos encontramos con una experiencia mucho más arcade de lo esperado en base a la aleatoriedad generada y al poco control que ofrecen unos jugadores tan limitados técnicamente. Si los jugadores son muy malos, el que acaba por parecer malo es el juego.
De igual forma, UFL necesita más cariño con los próximos parches que se apliquen. La IA defensiva no es lo mejor posible, algunas animaciones tienen fallos visuales y el comportamiento del balón es tan pesado en los pases, como falto de masa en ciertos tiros que caen con nieve. Hay espacio para la mejora, y esa es una de las filosofías del título, la de seguir actualizando y mejorando con el tiempo, por lo que no me preocuparía demasiado de estos aspectos en un título que acaba de salir.
El resumen es que cualquier aficionado al fútbol debería probar UFL, porque tiene algo de soplo de aire fresco al género. Sin embargo, el comprensible avance que tendrá a medida que sufra actualizaciones, así como su austero diseño limitando el ritmo de progresión al que estamos habituados, no le convierte en la experiencia definitiva que muchos llevamos años buscando, quizás desde PES 6. Aún así, tengo curiosidad por ver cómo intentan dinamizar UFL en las próximas semanas y meses.
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La noticia
UFL no quiere ser EA FC o eFootball con tanta fuerza que va en su contra y le hace peor juego
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por
José A. Mateo Albuerne
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