En lo más profundo de Steam existen varios juegos completamente surrealistas y sin sentido aparente, pero que de algún modo se las han apañado para obtener reseñas astronómicas por parte de la comunidad. Una de estas producciones es Hylics, un título extrañísimo que te recordará a EarthBound y Undertale en lo jugable; pero su estética y su universo son del todo únicos.

Lo primero que debes saber acerca de Hylics es que está hecho casi al completo de arcilla. El autor del juego, Mason T. Lindroth, moldeó y digitalizó este material para dar forma a los sprites que representarían sus personajes y otros elementos del escenario; mientras que las animaciones del combate se crearon mediante una técnica de stop-motion que seguramente te suene de la industria del cine. Se hizo en el motor RPG Maker, inspirado por Yume Nikki.

Tratar de abarcar cualquier cosa relacionada con la historia o el universo de Hylics, eso sí, es bastante más difícil. Puedo decirte que existe un conflicto, un villano y un protagonista llamado Wayne que reúne un pequeño equipo de héroes a lo largo de la campaña (dura apenas 2-3 horas) antes de enfrentarse al malo maloso, que seguramente haya hecho algo. El resto de la aventura es poco menos que indescifrable, por mucho que investigues.

Aunque hables con los NPC repartidos por el mundo, estos no te suelen aclarar nada en realidad porque casi todos los diálogos se han generados aleatoriamente: el léxico es correcto, la sintaxis es correcta, pero el significado final de la oración se pierde entre las palabras y te quedas igual que estabas antes de leerla. Pero ahí está un poco el encanto del juego, en mezclar lo cotidiano con lo surrealista.

Si eres de los que exploran y se paran a analizar todo, es probable que encuentres —durante el primer minuto de la historia, además— que Wayne tenía un burrito guardado en su WC. Y si examinas su efecto, verás que sirve para revivir por completo a un aliado que ha muerto. Ni idea de lo que lleva el burrito dentro para hacer eso, pero así están las cosas. Lo mismo ocurre con todo en Hylics.

Surrealista, pero también entendible

Es un juego único: increíblemente asimétrico, dispuesto a desafiar la percepción que tenemos de objetos cotidianos (p. ej. qué es un árbol o qué se muestra en la pantalla de una tele) y que aún así se deja entender. No entiendo cuál es el conflicto de la historia, pero sé que existe uno y eso me basta para seguir adelante; como también distingo una mazmorra de un pueblecito pacífico.

Hylics es tan extraño que su ficha de Steam se limita a presentarlo como «un programa recreativo con pequeños elementos de JRPG» que tal vez suene a poco sustancial, pero en mi opinión representa bastante bien el espíritu real del juego: no busca maravillarte con su profundidad ni su dificultad, no se vende alrededor de la historia ni del apartado técnico, y tampoco tendría mucho sentido encasillarlo en cualquier otro género que no sea el del rol por turnos nipón.

Si te llama la atención, puedes encontrarlo en la tienda de Valve por 2,99 euros, justamente estos días a menos de un euro por una oferta puntual. Tiene un 98% de aprobación comunitaria, e incluso una secuela en la misma plataforma. Hylics 2 es bastante más caro (14,79 euros) pero también algo más profundo sin abandonar su identidad: juega con los gráficos en 3D, diálogos un pelín más presentables y otras muchas novedades del estilo.

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La noticia

Hylics es un JRPG que tiene un 98% de valoración en Steam, pero es tan surrealista que lleva 9 años escondido para el gran público

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3DJuegos

por
Mario Gómez

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