Unos días atrás, Space Marine 2 se convertía en el lanzamiento más rápidamente vendido en la historia de la franquicia dentro del terreno de los videojuegos. Y teniendo en cuenta el recorrido tan largo que tiene el universo grimdark de Games Workshop, diría que no es poco; pero tal vez te sorprenda saber que en una realidad paralela esa clase de honores podrían haber pertenecido a Blizzard Entertainment y lo que ahora mismo son sus icónicas IP Warcraft y Starcraft.
Navegando por los foros más recónditos de internet, uno encuentra fácilmente hipótesis formuladas hace diez o quince años que apuntan a la posibilidad de que los californianos se inspirasen e incluso copiasen sin miramientos el trasfondo de Warhammer 40.000 (1987) para dar forma a Starcraft (1998). A fin de cuentas, es innegable que los marines de SC nos recuerdan mucho a los Ultramarines y los zergs son clavados a la primera generación de tiránidos. ¿Es así de verdad?
Entre verdades y teorías, hay algo de Warhammer
Pues un poco a medias: no van muy desencaminados estos foreros, pero esos parecidos tienen una explicación —y no es necesariamente un caso de plagio. La realidad es que a principios de la década de los 90, Blizzard Entertainment (que por aquel entonces se llamaba Silicon & Synapse) deseó hacer juegos con la licencia de Warhammer y consultó esta posibilidad con los británicos de Games Workshop, quienes respondieron con una triste negativa.
Esa es una parte de la historia con la que todos podemos estar de acuerdo porque viene explicada en una entrada antigua del blog personal de Patrick Wyatt, producto de Warcraft. En el ya lejano 2012, escribía:
Allen Adham [cofundador de Blizzard] trató de obtener la licencia del universo Warhammer para aumentar las ventas gracias al reconocimiento de la marca. WH siempre fue una gran inspiración para el estilo artístico de WC, pero una combinación de factores entre los que se incluyen una falta de tracción en términos de negocio y un deseo ferviente de controlar nuestro propio universo por parte de básicamente todos en el equipo de desarrollo, yo incluido, mandó a la porra cualquier posible acuerdo.
La leyenda dice que Blizzard intentó llevar esto a buen puerto hasta en dos ocasiones, y que de esos fallos surgieron un Warcraft meramente inspirado en lo que ahora sería Warhammer: Old World más un Starcraft que habría hecho lo propio con 40K. De esto último también se ha rumoreado que los americanos tuvieron que enfrentarse a una demanda judicial por parte de Games Workshop, y que incluso tuvieron que pagar derechos durante un tiempo. Pero no he encontrado evidencias reales que apunten en esa dirección.
De acuerdo con el blog de Wyatt, Blizzard había trabajado únicamente con el Dune 2 de Westwood, 1991 —considerado el padre de los RTS modernos— como plantilla para Warcraft, y reconoce Warhammer sólo como fuente artística. Starcraft, por su parte, tuvo un desarrollo bastante pobre que se hizo palpable en la demo del E3 1996, y tuvieron que reiniciar el proyecto para cumplir con las expectativas de los fans a raíz del éxito que habían cosechado con WC y Diablo (más el hecho de que había casi un centenar de juegos de estrategia en desarrollo por parte de la competencia en aquellos años). 40K ni se menciona.
Y eso es cuanto podemos reconstruir de la historia. Pero creo que más o menos a todos nos cabe en la mollera la idea de que Warhammer 40.000 fue solo una de las múltiples inspiraciones y realidades tras Starcraft en una época en la que había mucho material interesante en el que apoyarse. ¿Acaso no nos encajan Alien o Starship Troopers en el mismo hueco? Esa es mi apuesta personal: no hay mucho que esconder tras el telón. Fíjate, eso sí, en las vueltas que da la vida.
Unos meses atrás se estrenaba Space Marine 2 de Saber Interactive como uno de los grandes juegos de acción de este 2024 que está a punto de terminar, un título que se convirtió de inmediato en el juego más rápidamente vendido de toda la franquicia —mejor aún que otros titanes en la carrera de algunos de sus hacedores, al estilo de DOOM. Lo cual es más impresionante aún si tenemos en cuenta el larguísimo recorrido que ha tenido Warhammer 40.000 en la industria doble-A desde la era post-Starcraft. Uno de sus mayores éxitos hasta ahora, de hecho, fue Dawn of War (el 3 es más controvertido, pero los dos primeros fueron indiscutiblemente geniales) y ahí Blizzard sí admitió haberlo tomado como un referente clave a la hora de hacer, ojo, Starcraft 2.
En 3DJuegos | Detallazos de Space Marine 2 que seguramente no entiendas si no vienes del juego de mesa original de Warhammer 40.000
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La noticia
Cómo sería el género de la estrategia si el máximo representante de Warhammer en videojuegos hubiese sido Blizzard
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3DJuegos
por
Mario Gómez
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