Cuando alguien me pregunta por qué sigo jugando a The Elder Scrolls V: Skyrim después de más de una década, mi respuesta suele ser siempre la misma: «Porque siempre descubro algo nuevo.» Aunque suene a excusa para justificar las innumerables horas que le he dedicado, no deja de ser cierto. Este es un juego que nunca deja de sorprender, incluso cuando crees que lo sabes todo. Sin embargo, hace poco me llevé una sorpresa monumental al descubrir que existe una misión que nunca había hecho, y no porque no tuviera oportunidad, sino porque siempre seguí las reglas, ignorando lo que mi corazón me pedía hacer en aquel momento.
La prueba de Astrid: un dilema moral disfrazado de elección
Los que hemos jugado a Skyrim sabemos que tarde o temprano acabas enredado con la Hermandad Oscura, esa siniestra organización de asesinos con la que puedes aliarte para llevar a cabo misiones de lo más cuestionables. Ellos lo saben, y tú lo sabes. Todo comienza con una prueba que, si lo piensas bien, tiene un aire teatral y macabro. Astrid, la líder de la Hermandad Oscura en Skyrim, te secuestra y te lleva a una destartalada cabaña en mitad de la nada. Allí te planta frente a tres cautivos: Fultheim el Intrépido, Alea Quintus y Vasha.
Astrid, con su tono burlón y su retorcido sentido del humor, te ordena ejecutar a uno de ellos. «Hazlo y demuestra tu valía», viene a decir. Durante años, cumplí esa orden sin hacer demasiadas preguntas, eligiendo entre los tres cautivos siguiendo alguna vaga justificación moral para mi comportamiento según el momento. Lo que nunca se me ocurrió hacer, y aquí es donde viene mi epifanía, fue acabar con la propia Astrid. Porque sí, resulta que puedes hacerlo.
¿Por qué nunca pensé en matar a Astrid?
En mi defensa, diré que no soy muy amigo de mirar guías ni tutoriales cuando juego. Me gusta descubrir las cosas por mí mismo, aunque eso signifique perderme detalles o misiones secundarias. Pero ahora que lo pienso, Astrid nunca me cayó bien. Desde el primer momento, su actitud de superioridad me resultó irritante. Tal vez debí seguir mi instinto y plantarle cara. Sin embargo, en ese momento pensé: «Bueno, esto es Skyrim. Si alguien me dice que tengo que elegir entre tres personas, quién soy yo, un mero Sangre de Dragón, para influir en las costumbres y quehaceres de esta buena gente, será mejor que obedezca.»
Para quienes no lo sepan, si decides matar a Astrid en lugar de a los tres cautivos, el juego cambia por completo. En lugar de unirte a la Hermandad Oscura y convertirte en un asesino a sueldo, te alías con el comandante Maro de los Penitus Oculatus, una organización que combate al gremio de asesinos. Tu misión se convierte en algo radicalmente distinto: infiltrarte en el Santuario de la Hermandad y acabar con todos sus miembros. Claro, eso zanja tu relación con la Hermandad…
Lo curioso es que esta línea de misiones no solo te permite eliminar a una de las facciones más emblemáticas del juego, sino que también cambia cómo el mundo de Skyrim interactúa contigo. Los guardias, por ejemplo, hacen comentarios como: «Eres el que acabó con la Hermandad Oscura. Te debo una cerveza.» Incluso Maro, el comandante, se convierte en tu amigo, y puede aparecer en eventos importantes como tu boda dentro del juego. Ya sabéis, muy Skyrim todo.
The Elder Scrolls V: Skyrim El Juego de Aventuras
Juego de Mesa
Reflexiones de un jugador obediente
Después de descubrir esta posibilidad, no pude evitar preguntarme: ¿cuántas otras cosas me habré perdido en Skyrim por no salirme del guion? Está claro que Bethesda diseñó este juego para recompensar la curiosidad. La excusa perfecta para hacerme un nuevo personaje y volver a comenzar el juego desde cero, a ver si en esta ocasión no termino siendo un arquero superchetado,
Ahora voy a intentar romper esa costumbre. Porque, al final, lo peor que puede pasar es que «la líe parda», como aquella vez en Red Dead Redemption 2 en la que un disparo desafortunado me llevó a participar en un notable descenso de la población de Annesburg. Pero bueno, eso es otro juego y otra historia.
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La noticia
Llevo una década jugando a Skyrim y acabo de descubrir que hay una misión que no he hecho que depende de haber tomado una mala decisión
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Chema Mansilla
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