Misión: Imposible 2 es, sin duda, la entrega más peculiar de la saga de espionaje Misión: Imposible protagonizada por el acrobático Tom Cruise. También es, probablemente, la más divisoria entre los fans. A muchos les fascinó su estilo exagerado y lleno de acción, mientras que otros la consideran un punto débil dentro de la franquicia. Y si bien Tom Cruise es el corazón de la saga, el responsable de que esta película sea tan diferente fue el director John Woo, un maestro curtido en el cine de acción de Hong Kong que aterrizó en Hollywood dispuesto a plantar cara al mismísimo Cruise, tanto dentro como fuera de la pantalla.

Misión: Pararle los pies a Tom Cruise

John Woo, famoso por su estilo balístico y coreografías de acción a prueba de balas, se enfrentó a uno de los mayores desafíos de su carrera: dirigir a un actor como Tom Cruise, que no solo es conocido por su carisma, sino por insistir en realizar sus propias acrobacias. Misión: Imposible 2 es recordada, en gran parte, por esas secuencias de escalada donde Cruise arriesga su vida. A Woo le preocupaba profundamente la seguridad de su estrella, especialmente durante la infame escena de escalada en el acantilado sin arnés, filmada en Dead Horse Point, Utah, a una altura de casi 1.800 metros. Sin embargo, el director tuvo que aceptar que evitar esas peligrosas acrobacias le quitaría gran parte de la emoción y un importante reclamo publicitario a la película y, en su lugar, se centró en proteger otro aspecto esencial del proyecto: su montaje.

Cruise es conocido por involucrarse en todas las facetas de las películas que protagoniza y produce, tal vez demasiado. De ahí que quisiera supervisar el proceso de montaje de la película, algo en lo que John Woo no estaba dispuesto a ceder. En una entrevista para Rolling Stone, Woo explicó que, tras finalizar el rodaje, Cruise intentó influir en el proceso de edición de una forma «muy Cruise». Incluso se planteó instalar cámaras de vigilancia en la sala de montaje para poder supervisar en remoto lo que ocurría mientras él estaba de vacaciones en Australia. Woo se mantuvo firme: «No le dejamos hacerlo». La edición de una película es un proceso clave para definir su ritmo, su tono y, en definitiva, la visión final que llega al público, por lo que Woo no estaba dispuesto a que Cruise tomara las riendas en esa etapa crítica.

La tensión creativa entre ambos fue evidente. Cruise, productor y estrella de la película, quería estar al tanto de cada detalle del montaje, mientras que Woo, fiel a su estilo de autor, insistía en mantener el control artístico. Según el director, aunque el actor no fue excluido de la sala de edición, sí que se le dejó claro que su influencia no podía llegar tan lejos como él pretendía.

Cruise cedió en su intento, y el roce no evitó que la relación profesional entre ambos fuera cordial, ni que la película se convirtiera en un éxito de taquilla (recaudando más de 546 millones de dólares en todo el mundo). Aunque sí puso de manifiesto el perfeccionismo extremo de Cruise. Si te apetece revivir esta curiosa entrega de la franquicia, puedes encontrarla en plataformas como Max, Netflix, Movistar+ y SkyShowtime.

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La noticia

«No le dejamos hacerlo». John Woo no evitó las escenas peligrosas de Tom Cruise en Misión Imposible 2, pero sí que secuestrara su película

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por
Chema Mansilla

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