No me gusta sentenciar películas que no he visto antes de tiempo. Hasta aquellas que se me atascan por su propia estructura se merecen mínimo un visionado antes de emitir mi juicio. Por lo tanto, no seré yo quien ponga en duda la calidad de esta obra que estará dirigida por Paul King, director de la reciente Wonka, sin haberle dado una oportunidad. Sin embargo, no es la primera vez que hablo del rumbo que está tomando Disney con los live-action y en eso sí que puedo aventurar un futuro irregular. La cantidad de proyectos que están anunciados (y en aumento) ha hecho que el público pierda la cuenta de qué cintas de la compañía están confirmadas, cuáles son un bulo o cuáles fruto de la ilusión. Hércules, Blancanieves, Lilo y Stich, Atlantis, Los Aristogatos…la lista es considerable. Por ello, el anuncio de una película del Príncipe Encantador se me antoja, cuanto menos, inoportuna.
La película del Príncipe Encantador
Para entender este punto de vista, es necesario conocer la trayectoria de los live-action de Disney hasta la fecha. El éxito comenzó en 2010 con el lanzamiento de Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton. En 2014, llegaría Maléfica para contar una nueva versión del clásico de La Bella Durmiente. Pese a ser una de las adaptaciones mejor valoradas con el tiempo, los cambios en la historia principal hicieron que muchas personas no estuvieran de acuerdo con la nueva versión de la villana. A partir de ese momento, Disney tomó la decisión de crear adaptaciones fieles a las obras originales.
Más tarde, llegarón La Cenicienta, El Libro de la Selva, Alicia a través del espejo, La Bella y la Bestia, Christopher Robin, Dumbo, Aladdín, La Sirenita…La gran mayoría de estos estrenos no consiguieron triunfar entre un público que cada vez estaba más cansado. Entre los motivos del descontento, encontramos cambios en la estética de personajes, debates en torno a ciertos aspectos, supresión de personajes, falta de esencia…Con el tiempo, hablar de un live-action de Disney se ha convertido en sinónimo de polémica y no de ilusión. El último ejemplo lo podemos ver a raíz del tráiler de Blancanieves.
Teniendo en cuenta este escenario y el hecho de que las grandes historias clásicas no consiguen triunfar en sus versiones de acción real como se esperaría, ¿qué podemos esperar de una adaptación de un personaje que apenas hemos visto en su propia película? Está claro que Disney busca desarrollar una historia original para este personaje, tal y como ocurrió con la serie Érase una vez, pero el medio (o el momento) no parece el adecuado, por no contar que La Cenicienta ya tiene un príncipe en la versión live-action de 2015.
Sin embargo, remitiéndome al comienzo del texto, habrá que esperar a su futuro estreno para ver si Disney consigue sorprender con algo innovador o cae en la misma tónica a la que nos tiene acostumbrados. Sí que hay algo que está claro y es que el camino a seguir debe ser más similar a Cruella, con una historia nueva, que a copias de las obras originales que no acaban de calar entre el público.
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La noticia
El live-action de Disney que nadie ha pedido. El Príncipe Encantador contará con una historia propia y a lo mejor no es la forma más adecuada para hacerlo
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Raquel Cervantes
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