Con vikingos, batallas en barco y todo el roleo propio de una de las grandes sagas RPG de Japón, no todo funciona como desearía en Ys X: Nordics. Análisis

Falcom es ese tesorito que los fans del JRPG tenemos solo para nosotros. Nos han traído sagas tan fantásticas como Ys o los fabulosos The Legend of Heroes. Es un error acercarse a los trabajos de este estudio buscando graficazos o algo parecido a Final Fantasy o Dragon Quest. Falcom va a lo suyo, mezclando, creando y cultivando un lore larguísimo y muy propio en cada una de sus sagas insignia. Ys X: Nordics es una buena prueba de ello. Es un capítulo extraño en términos de trama, ya que sucede antes de Ys: Memories of Celceta, uno de mis capítulos favoritos. Es decir, sus eventos se producen entre el III y el IV, y nos sumerge en una historia muy ambientada en la mitología vikinga, en sus barcos, en sus demonios y en sus creencias.

Adol y su buen amigo llegan de rebote a una isla en su camino a Celceta y, como suele ocurrir, una aventura se topa en su camino. La princesa de los vikingos y él acaban conectados por un misterioso sortilegio que los obliga a combatir juntos contra unas fuerzas que solo ambos pueden derrotar. Resolver esta situación los llevará por un sinfín de islas, a navegar en barcos, a luchar contra grandes jefes finales y a comprender de dónde procede ese poder que los mantiene unidos.

Un JRPG protagonizado por vikingos

Siendo honestos, yo nunca he acudido a un Ys por su historia. Si busco eso, y sin salir de Falcom, me tiro de cabeza a por The Legend of Heroes. De Ys me gusta su combate y su mazmorreo, su sentido de la exploración y lo directa que suelen ser sus mecánicas y dinámicas. Quizás haya sido por eso, por mis propios prejuicios, por lo que no he conectado demasiado con lo que me estaban contando aquí.

La narrativa tiene un problema de ritmo importante

En este capítulo de Ys hay mucha historia. El problema es que tampoco explican nada especialmente interesante. Son los mismos lugares comunes de siempre, y la narrativa, en mi opinión, tiene un problema de ritmo importante. Le cuesta muchísimo meterse en harina, sobre todo al principio. Puede que esto no les ocurra a los más fans de la saga, pero a mí se me ha hecho muy pesada toda la narración.

Es verdad que Karja, la chica a la que se queda unido Adol, funciona bien como contrapunto de este. Es una relación similar a la que se produce entre Goku y Bulma en Dragon Ball. Él es más alocado y decidido y ella es dura, serena y práctica. Las conversaciones entre ellos y cómo se va desarrollando su relación sí que está bien, pero las motivaciones de los malos dejan bastante que desear.

El combate funciona, pero no tanto la narración

Hay también claroscuros en la exploración. No hay ya grandes espacios abiertos que recorrer como sí hemos tenido en entregas anteriores, sino varias islas interconectadas por el mar y un barco que manejamos. Con la navegación, a Ys X Nordics le ocurre lo mismo que con la historia, le cuesta arrancar. Hasta que no mejoras el barco, la navegación es muy tediosa, y peores son los combates a cañonazos. Una vez que tu navío está en condiciones, la cosa mejora, pero se sigue sintiendo como algo poco natural en la aventura.

Y lo mismo sucede con el combate. En primer lugar, he tenido que remapear todos los controles porque el esquema que viene de base me resultó totalmente antinatural. Una vez colocado todo en su sitio, me preparé a disfrutar de mi parte favorita de un Ys, las peleas. Se sienten muy bien. Ahora combatimos con dos personajes a la vez. Podemos intercambiarlos y jugar estratégicamente con sus dos barras de vida y su manera de pelear, pulsando solo un botón. Se curan entre ellos, tienen habilidades propias y golpes combinados.

Me gustó esta novedad, sobre todo porque logra que te intereses más por la evolución de la narración entre Karja y Adol y, por consiguiente, también por la historia del juego. Este es el gran fuerte de Ys X: Nordics. Su protas funcionan, les coges cariño y quieres ver qué les ocurre. Pero el combate tiene algo que me ha sacado de mis casillas.

Me ha encantado la relación entre Karja y Adol

Adoro Sekiro, pero mira que detesto la moda que ha motivado de que cada jefe final de cada videojuego tenga que tener una barra de postura o de blindaje, y que si no se la rompes no le puedes hacer daño. Antes de jugar a Ys X: Nordics estuve jugando a Enotria, y ahí estaba esa dichosa barra, y aquí otra vez.

Esta barra hace que el combate sea lento, porque hasta que no aciertas con la combinación de golpes adecuada para romperla, hasta que no haces bien el parry o le metes un buen golpe, ahí está el enemigo comiendo tortas y más tortas. Lo que me lleva al gran problemas de Ys X: Nordics, uno que está en su exploración, en su narrativa y en su combate. Todos estos puntos tienen un elemento de relleno que entorpece llegar a lo más placentero de esta serie.

Os juro que me pasé las 30 horas de juego deseando que el juego tuviese menos cinemáticas, menos barcos y menos barras de bloqueo para gozar con lo bueno: explorar, pelear, subir de nivel y equiparme habilidades. Cuando todo eso aparece en el juego, Ys X Nordics funciona, pero cuando todo lo demás se presenta, no tanto. Por fortuna, hacia la recta final del juego la cosa se centra, pero el peaje para llegar es muy alto.

En conclusión, si sois fans de Ys el juego os va a gustar, pero no convencerá a nadie si está es su primera incursión por este universo de fantasía. Es un título raro con ideas ejecutadas de manera a veces regulera y que creo que se aleja un poco del espíritu de la saga. Las mazmorras son demasiado lineales, y la manera de encontrar secretos es sosa. Y una cosa os digo, aunque no creo que sea justo criticar a Falcom por sus gráficos, sí que lo es que, sabiendo que pueden mostrar imágenes de calidad, se metan en el follón de poner en pantalla combates navales masivos.

Personalmente, creo que Ys VIII: Lacrimosa of Dana es muchísimo mejor que este, y también Ys IX: Monstrum Nox. Este Nordics sigue siendo divertido, ojo, pero quizás es que venía con demasiadas ganas tras lo mucho que me gustaron los dos anteriores.

Un pasito hacia atrás

Ys X Nordics

Por:
Adrián Suárez

Ys X Nordics es un JRPG de acción divertido, pero la serie había cogido un muy buen ritmo con sus dos títulos anteriores. De aquellos solo nos quedan las raids, pero ni las mazmorras, el ritmo narrativo o las nuevas incorporaciones jugables consiguen que el juego esté al nivel de Lacrimosa of Dana o Monstrum Nox. De todas formas, sigue siendo Ys, así que los combates son chulos y los personajes siguen siendo encantadores

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5 cosas que debes saber:

El combate está demasiado contaminado por From Software para mi gusto. Y que lo diga yo…

El juego empieza lento y de manera torpe, pero es verdad que todo mejora de cara al final.

Aunque los barcos no me hayan convencido, Ys X: Vikings tiene algunas escenas muy One Piece, dicho en el mejor de los sentidos,

.Llegarás al final del juego porque Adol y Karja son geniales.

Que llegue con textos en inglés tampoco ayuda.

Jugadores: 1
Idioma: Textos en nglés y voces en japonés
Duración: 30-50 horas


La noticia

Con vikingos, batallas en barco y todo el roleo propio de una de las grandes sagas RPG de Japón, no todo funciona como desearía en Ys X: Nordics. Análisis

fue publicada originalmente en

3DJuegos

por
Adrián Suárez

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