En 2007, la guerra entre fans de Star Wars se detuvo por unos instantes. No importaba si eras fans de Luke o de Anakin, de Han o Jar Jar Binks, había un juego donde podías tenerlo todo. Era Lego Star Wars: The Complete Saga, y a día de hoy, sigue siendo uno de los juegos favoritos de Star Wars de muchos jugadores.
Usando la Cantina de Mos Eisley como base de operaciones, la versión definitiva de esta entrega culminaba tres años de poner la sonrisa a la cara de miles de jugadores de todo el mundo. Aquí jugábamos las seis películas de la franquicia controlando a sus personajes más emblemáticos y reviviendo sus momentos más icónicos. Lo hacíamos, eso sí, bajo la fórmula Lego. Humor familiar y mecánicas sencillas que hacían que esta aventura fuera tan accesible como divertida.
Un matrimonio perfecto
La marca Lego no era desconocida en los videojuegos. llevaban más de diez años probando suerte con más de una veintena de juegos originales y algún jugueteo con licencias, como ese Lego Creator Harry Potter que permitía construir construcciones en el mundo mágico.
No fue hasta que viajaron al universo de George Lucas cuando verdaderamente lo petaron. Lego Star Wars salió en 2005, suponía la unión de dos marcas masivamente populares, y un gran atrevimiento para Traveller’s Tales y LucasArts, abordando la adaptación de una trilogía (la de las precuelas) que en aquel momento era muy criticada y que además no estaba ni terminada.
Pero las reviews fueron entusiastas, y muchas cayeron presas de su encanto incluso si el material original no les conquistaba. Esto decían en Eurogamer en el momento: «La temática Lego imbuye las criticadas películas con un sentimiento de disfrute y descubrimiento que los fans de Star Wars solo han percibido en un puñado de ocasiones viendo estas películas.»
Todos los ingredientes para ser una gran experiencia nostálgica estaban ahí incluso aunque aún no se había formado esa nostalgia. La música, la ambientación, e incluso los manierismos de los personajes estaban presentes en su primitiva forma de Lego. Por supuesto habían habido grandes juegos de la saga para transmitir la sensación de habitar el universo, pero la sensación de vivir en las películas era algo que pocos juegos como aquel recreaban.
En 2006, la otra mitad de fans de Star Wars quedaría contenta porque la secuela de Lego Star Wars abordaría la trilogía original. No hay grandes diferencias más allá de algunos nuevos desafíos para el hub central del juego que añadían algo de rejugabilidad y nuevas mecánicas como las bombas de los cazarrecompensas o los puzles de cajas. Nada muy disruptivo, pero todo el mundo estaba ahí realmente por lo que estaba: la posibilidad de experimentar la saga clásica en este formato tan encantador.
Ya sin las dudas que generaba el material original, las críticas fueron aún más entusiastas. «Mejora su predecesor en prácticamente todos los sentidos. Su diseño de niveles, material original, presentación visual, y el humor es de más alta calidad de lo que era antes», decían en IGN.
Pero faltaba algo más, un paquete en el que tenerlo todo completo. En 2007 llegaría Lego Star Wars: The Complete Saga, y además de ser un movimiento lógico, vendría de nuevo acompañado de pequeños cambios para mejorar la calidad de vida de la experiencia, así como un ligero rediseño en algunos niveles, nuevos desafíos y un modo de batalla para dos jugadores.
Además de hacer el juego accesible en otras plataformas, esta versión suponía la experiencia definitiva para disfrutar la saga cinematográfica en aquel momento, y su gran éxito le granjeó otros spin offs y animó a otras licencias a subirse al carro.
Sagas como Harry Potter, Batman, Indiana Jones o El Señor de los Anillos se sumarían a la fórmula, dejando un buen recuerdo en fans de todo el mundo, pero había algo en esta conexión entre Lego y Star Wars que lo hacía verdaderamente especial.
Quizás fue cosa de llegar en el momento adecuado. Mucho ha llovido desde entonces y la concepción de lo que Star Wars puede darnos en la industria del videojuego ha crecido. Desde RPGs a juegos de aventura Triple A o estrategia, las formas de disfrutar Star Wars han avanzado tanto que uno pensaría que ya no hay hueco para esta versión simplificada de sus historias, pero exitosas nuevas entregas han demostrado que este nicho sigue existiendo. Al final resulta que no todas las adaptaciones de película eran malas.
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Uno de los mejores juegos de Star Wars sigue estando formado de piezas de Lego
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Miguel Solo
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