Consulte a continuación para obtener información sobre algunas de las razas y clanes más destacados que se encuentran en el juego.

licántropos

Los licántropos viven en el extremo norte de Orán, el principal continente de este mundo, sobreviviendo en la tundra helada y los fríos bosques boreales conocidos simplemente como Thul. Viven un estilo de vida nómada, cazando las grandes manadas de mamuts y caribúes que vagan por el lejano norte. A menudo, viajan al sur para asaltar reinos humanos en busca de oro, armas y comida. Algunos de estos Lycans vienen a vivir entre los humanos, sirviendo como exploradores, mercenarios o incluso tomando el poder como señores de la guerra mortales. Su poderosa fuerza y ​​sus instintos bestiales los convierten en los maestros de la caza.

Sangre de dragón

Los Dragonborn son descendientes tanto de humanos como de dragones, su sangre mezclada les otorga mayor fuerza y ​​afinidad con la magia. Han creado un imperio entre los picos y valles de las grandes montañas en el centro de Orán. Viven en ciudades parecidas a monasterios que cuelgan precariamente de los acantilados. Conectan estas ciudades montañosas entre sí a través de sus flotas de aeronaves que se elevan sobre sus súbditos en el valle de abajo. Los Dragonborn también son famosos por montar wyverns, criaturas parecidas a dragones alados que pueden volar por el cielo más rápido que cualquier barco. Estos legendarios caballeros wyvern les han ayudado mucho en sus frecuentes batallas con los ejércitos demoníacos de sus vecinos de Ashland. 

enanos

Los Enanos viven en prósperos reinos subterráneos que salpican las montañas occidentales de Orán, construyendo sus ciudades en las laderas de las montañas y en profundas cavernas ricas en gemas, oro y otros metales. Casi todos los enanos viven en estas grandes ciudades, excepto unos pocos que han elegido vivir entre las otras razas. Son conocidos por su maestría en la herrería y el tallado de la piedra. Las montañas de su tierra natal son sus lienzos, y a lo largo de los valles y picos de los Reinos Enanos, se pueden ver enormes estatuas y esculturas talladas en la roca. Los guerreros enanos son famosos por sus armas arruinadas que les permiten controlar los elementos y reunir una fuerza inimaginable.

Elfos oscuros

Los Elfos Oscuros alguna vez gobernaron un poderoso reino en las tierras que conocían como Emordalin, el Bosque Oscuro, pero fue destruido en un gran cataclismo. La mayoría de los supervivientes huyeron, y ahora sus descendientes viven como refugiados obligados a mendigar, robar y luchar por su supervivencia, lo que les otorga una reputación de mercenarios letales pero poco fiables. Si bien la mayoría vive como refugiados, hay un pequeño número de Elfos Oscuros que optan por permanecer en su tierra natal, patrullando sus fronteras para defender el mundo de las horribles criaturas que habitan en su interior y buscando una manera de revertir la tragedia que le sobrevino.

demonios

Ashlands fue el sitio de la batalla culminante final entre los dioses. Su poderosa batalla abrió la tierra, dejando a su paso un reino constantemente envuelto en humo y vapores volcánicos, donde la lava fluye como ríos. En esta tierra maldita y escarpada, los Príncipes Demonio, descendientes de los sirvientes originales del Dios de la Oscuridad, compiten por el poder unos contra otros. A pesar de sus apariencias infernales, los demonios no son necesariamente malvados. Incluso se sabe que algunos cooperan y se alían con las otras razas.

Exaltado

Los Exaltados son seres parecidos a semidioses que una vez sirvieron a la Diosa de la Luz, pero cuando fue sellada para preservar sus poderes, perdieron los suyos. Desesperados, recorrieron el mundo de Lithas en busca de una manera de restaurar sus poderes. Encontraron su solución en un misterioso reino de bolsillo de magia conocido como Athema. Allí cambiaron sus disminuidos poderes de luz por los de los elementos puros; convirtiéndose en avatares vivientes de fuego, hielo y relámpagos, entre otros. Celosamente protectores de su nuevo poder, sellaron el reino, partiendo solo con moderación y siempre regresando a la fuente de su poder.