Las misteriosas piedras de Stonehenge, los increíbles diseños de círculos en los cultivos, los antiguos murales creados durante diferentes momentos temporales en la India, Egipto y otras partes del mundo, con figuras extrañamente similares. Todas estas cosas que van más allá de la imaginación humana parecen apuntar la verdad en una dirección, que hay extraterrestres reales en este mundo. Incluso se dice, que la Tierra es un juguete alienígena y que todo el planeta ha sido cuidadosamente diseñado por los extraterrestres. En respuesta a estas rarezas, el juego de supervivencia ARK: Survival Evolved ha utilizado un ángulo particularmente novedoso para ilustrar todo esto, y la presentación parece tener mucho sentido, o al menos es mucho más plausible que la idea de que la Tierra ha sido cuidadosamente diseñada por extraterrestres.
El equipo de desarrollo de ARK: Survival Evolved anunció su secuela propiamente dicha, ARK II, en la TGA 2020, y es una secuela interesante en el sentido de que toda la historia de ARK II está ambientada miles o incluso decenas de miles de años después de lo que ocurrió en el escenario de ARK: Survival Evolved. Presenta un mural que se asemeja a un antiguo mural indio, salvo que el mural es impactante porque contiene relatos de cosas que ocurrieron dentro de ARK: Genesis Parte 1 y 2, las últimas expansiones vigentes del universo ARK: Survival Evolved.
Aunque se dice que el argumento de ARK II es muy posterior a ARK: Genesis, aparentemente la tecnología de ARK II no es muy avanzada, e incluso se dice que los humanos que aparecen dentro de las primeras imágenes reveladas portan armas primitivas, y que un Tiranosaurio Rex es capaz de masacrar a los humanos impunemente. A juzgar por estos detalles, se supone que ARK II ha sufrido una degradación tecnológica.
Trasladando la ambientación de ARK II a la realidad, es posible que también haya habido civilizaciones muy avanzadas en la Tierra, que se extinguieron, y lo único que sobrevivió el paso del tiempo son estos murales con jeroglíficos, también Stonehenge, etc. Al fin y al cabo, la Tierra tiene 4.500 millones de años y los seres humanos sólo tienen 300.000 años registrados, y desde ese punto de vista, esta extrapolación es más plausible que los extraterrestres.
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