Seguramente ya has escuchado este término mientras jugabas una partida online, pero qué significa realmente y lo más importante cómo podemos evitar que nos afecte, la solución depende de varios factores, así que vamos por partes.
El concepto de lag proviene del inglés y se traduce literalmente como “retraso” y aplicado en el mundo de las telecomunicaciones y la informática, se refiere a un retraso en el tiempo que tardan en viajar los datos que se mandan a través de una red de internet.
Pero, de forma natural todo tipo de comunicación inalámbrica o por cableado lleva implícito un pequeño retraso, pues los datos no aparecen por arte de magia, estos tardan una pequeña fracción de tiempo en viajar entre su origen y su destino, sin embargo cuando este tiempo supera al que se estipula como normal para la red y comienza a provocar problemas de comunicación ya es considerado como Lag.
Este retraso mayor es el responsable de que en algunas ocasiones mientras jugamos en línea la imagen se congele, suframos saltos de cuadro y sonido, o que el personaje tarde en ejecutar alguna acción del mando, pero también podemos decir que sufrimos de lag con otro tipo de conexiones como el Bluetooth, por ejemplo al escuchar música por auriculares inalámbricos lo normal es que al conectarlos escuchemos de inmediato la melodía, pero en ocasiones no escuchamos nada por unos segundos a pesar de que la canción se está reproduciendo.
En el caso de las telecomunicaciones, las causas que originan este problema son variadas y es común que en una vivienda se presente la combinación de al menos dos de ellas, lo que suele agravar el problema, a continuación listamos algunas de las más comunes y como se les puede hacer frente:
- Conexión a internet: una de las principales causas de lag y que al mismo tiempo se puede subdividir en distintos problemas a tratar, por ejemplo:
- El tipo de conexión que se utiliza, lo más recomendable siempre será hacerlo de forma física, es decir a través de cables de red, ya que que el Wifi es susceptible de interferencia, pero si no tenemos otra alternativa más que usarlo es importante revisar que el uso de algunos electrodomésticos, los obstáculos físicos como muebles y paredes, o incluso las redes de internet de nuestros vecinos, no estén provocando interferencias en nuestras señal.
- La velocidad real, no sirve de nada tener una baja latencia de datos si al final nuestra red solo puede transportar pequeños paquetes, para ello es importante confirmar la velocidad real que llega a nuestra casa, pues una cosa es la velocidad máxima que contratamos y otra distinta la que en verdad podemos recibir en nuestra zona, esto es muy fácil medirlo tan solo utilizando una prueba de velocidad, de esta forma podemos pedir a la compañía de internet que realice los ajustes necesarios en el caso de que estemos recibiendo una cantidad considerablemente menor a la contratada.
- La antigüedad del módem, normalmente las empresas de internet no suele proporcionar el mejor equipo del mercado, si a esto le sumamos la antigüedad que pueda tener, el problema es claro, pues no va a servir de nada contratar altas velocidades, si el dispositivo encargado de distribuirla no cuenta con la capacidad necesaria, por lo que tal vez sea momento de comprar uno mejor.
- Fibra Óptica o ADSL, en algunas zonas no es posible elegir y las personas se ven obligadas a continuar utilizando cableado de cobre o ADSL, sin embargo si existe la posibilidad de cambiar a fibra óptica, será la mejor elección, ya que esta nos permite alcanzar velocidades mucho más altas con una menor latencia.
- Número de personas conectadas: una vez que ya revisamos que la conexión a internet se ha mejorado todo lo posible, el siguiente paso es revisar cuántas personas usan la red mientras jugamos, ya que puede ser el caso de que la estemos saturando o incluso que existan personas externas a la vivienda que de forma no autorizada, están haciendo uso de nuestro internet, por lo que es importante revisar la configuración del modem para que en caso de que no se reconozca algún dispositivo conectado, se le pueda negar el acceso y al mismo tiempo se fortalezca la contraseña para evitar que vuelva a suceder.
No todos los videojuegos tienen las mismas características: puede que en algún momento llegamos a escuchar que con 3mbps era suficiente para poder jugar en linea, sin embargo esto no es un ley homogénea pues dependiendo de los gráficos y del dispositivo que se utiliza, entre otras cosas, la velocidad mínima puede variar, por ejemplo al jugar en una consola requiere de una mayor velocidad que al hacerlo desde un teléfono móvil, por lo que hay que revisar los requerimientos básicos un videojuego antes de lanzarnos a la aventura.
Todos estos factores son mucho más comunes de lo que imaginamos, pues al final del día no es posible llevar el control de cada centímetro de cableado que existe, además el número de dispositivos que se conectan a internet ha incrementado considerablemente en los últimos años, lo que está ocasionando una saturación de las redes, por suerte la tecnología no ha parado de avanzar y puede que estemos a punto de presenciar la siguiente revolución en las telecomunicaciones, pues cuando al final las redes 5G se desplieguen de forma global y su uso se generalice, podremos disfrutar de conexiones inalámbricas mucho más estables, alcanzando velocidades de hasta 10 Gbps y una latencia aproximada de 1 milisegundo, menor a los 5 milisegundos que se han alcanzado con las mejores conexiones de fibra óptica.

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