Mikasa, desde que éramos niños, siempre te he odiado”. Estas palabras, que salieron de la boca de Eren Jaeger, no sólo le destrozaron el corazón a la joven soldado, también a los fans que las leyeron u oyeron en el manga y en el anime, más recientemente.
Y es que desde el primer momento fue evidente que Mikasa tenía sentimientos románticos hacia su hermano adoptivo, más él nunca pareció corresponderle, al menos no románticamente; pero el capítulo final del manga, publicado este 9 de abril, dejó las cosas bien claras y sin margen de dudas.
Mikasa y Eren se conocieron a los 9 años, cuando el niño salvó a la niña de un grupo de secuestradores que la raptaron después de asesinar a sus padres. En aquel momento, Mikasa escuchó la orden de Eren que la mandó a luchar contra sus captores, de quienes ambos se libraron después de asesinarlos.
Al ver a la niña huérfana, Grisha Jaeger decidió adoptarla y desde entonces vivió con el médico, su madre Carla y Eren como su hermano. Tras el ataque de los titanes Colosal y Acorazado a Shiganshina, la familia Jaeger se redujo a Eren y Mikasa, quienes luego formaron un trío de huérfanos al lado de Armin Arlert, el trío EMA o trío Shiganshina, como son conocidos por los fans.
Mikasa y Eren pasaron por muchos altibajos, en algunos momentos parecía que el joven estaba fastidiado por la sobreprotección que la soldado tenía hacia él, pero sin duda, nunca fue un secreto que el protagonista se movía para salvar a las dos personas que más amaba en el mundo: ella y Armin. ¿Era Mikasa más que una amiga para él o simplemente era su familia? El propio Eren se lo preguntó directamente, pero la respuesta titubeante de Mikasa, “eres familia”, les quitó a ambos una oportunidad de dar un paso hacia adelante en sus sentimientos.
Finalmente, el capítulo 139 del manga dejó en claro que Eren siempre tuvo sentimientos románticos hacia Mikasa, aunque nunca los reveló públicamente. Esta entrega comienza con el viaje entre el protagonista y Armin a través de los Caminos Invisibles. Aquí, el menor de los Jaeger le mostró a su mejor amigo la verdad acerca de su actuar durante todo estos años. Eren activó las memorias del Titán Fundador cuando besó la mano de Historia Reiss, tras la batalla de Shiganshina, y entonces supo los eventos que pasarían en el futuro. Él sabía que tenía que convertirse en el enemigo del mundo para “liberar” a su gente y terminar con el poder de los titanes.
Una vez que Armin lo confrontó acerca de la forma en que trató a Mikasa, Eren reconoció que no la odia, sino que en realidad la ama. Y su amor raya en la obsesión y el egoísmo ya que él mismo reconoció que, aunque muera, no desea que la soldado se enamore de alguien más. Incluso, llega a decir “aún después que yo muera, quiero que ella piense en mí por al menos unos diez años”.
Posteriormente, Eren, el duro líder de los Jaegeristas, aquel que imponía terror en sus enemigos y se convirtió en genocida, se convirtió en un chiquillo berrinchudo, como en el principio de la serie, y lloró de tristeza por tener que morir y perder la oportunidad de estar con Mikasa y con el resto de sus seres queridos.
Finalmente, Eren descansó y las últimas viñetas del capítulo muestran que, al menos tres años después de su muerte, Mikasa aún no lo olvida y sigue añorando su presencia. Un momento triste y desesperanzador, pues aunque el final en general, puede considerarse feliz, para Eren y Mikasa las cosas se llevaron al extremo de la tristeza.
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